lunes, 11 de abril de 2016

Fantasmeando por Ibiza (1era parte)

Vamos a empezar por el principio, cuando con mi compañero nos planteamos a qué carreras de 2016 apuntarnos. La primera prueba que se nos pasó por la mente fue la Sierra Bike Challenge, una prueba por etapas de tres días por la sierra norte de Madrid. Pero tras ver precios, la logística necesaria para participar y todo...se nos cruzó por el camino la Vuelta a Ibiza, con una inscripción mucho más barata y el aliciente de un paisaje por el cual no pedaleamos todos los días. Así que estaba decidido, nos íbamos a Ibiza!!! Pero luego nos informamos más sobre los recorridos, distancia y altimetría se nos quitó la gracia de golpe. Se trata de tres etapones con kms y desniveles que pocas veces había hecho hasta ahora, y menos aún tres días seguidos. Una primera etapa de 72kms con 2300mts de acumulado, la segunda (etapa reina) de casi 80kms con 2100mts de acumulado y la tercera, para soltar piernas, de "solo" 55kms con 1350mts de acumulado.



Lo primero fue la logística, determinar de qué forma bikers y bicis iban a ir desde Madrid hasta Ibiza. La opción de coche más ferry quedó descartada por el elevado coste, aunque por simplicidad, es la opción que hubiese preferido. Al final optamos por la opción más barata y algo más complicada: vuelo en avión de Madrid a Ibiza, envío de las bicis por paquetería Seur (que algo de guerra dieron) y alquiler de coche en Ibiza. El principal problema que veo en este tipo de carreras por etapas, es el hecho de que la meta y la llegada no sean en el mismo sitio. Eso nos obligó a marear a nos anfitriones en Ibiza para que nos fueran a buscar o llevaran a las salidas/metas de las distintas etapas, a dejar nuestro coche en la llegada, etc, etc.



El entreno previo a la carrera por desgracia no fue muy allá por horarios de curro. Como mucho salir a correr algún día entre semana, alguna vuelta corta en bici. Y los fines de semana, rutas largas, pero claro, sin llegar al desnivel que tenían las tres etapas de la vuelta a Ibiza. Y mucho menos el nivel técnico. Sí que tuve un finde largo, de sábado a lunes, en el cual salí los tres días con rutas de unos 70kms pero con un desnivel de poco más de 1500mts de acumulado. De cara a una próxima participación en la vuelta, o como recomendación a alguien que quiera hacerla, le diría que enfoque sus entrenos con rutas muy técnicas. Piedras, raíces, escalones...tanto en subida como un bajada. No tiene el mismo desgaste una sendero ciclable al 100% que uno al 60% en el que te desgastas en exceso si quieres hacerlo al 100%.

Llegaba semana santa. Antes había llevado la bici al taler para que le echaran un vistazo, quería una revisión pre-competi. Iban a ser tres días seguidos, dándole caña a la bici y no quería que me dejara tirado. Revisión de ruedas, apriete de ejes/conos y revisión de la horquilla que me hacía unos extraños. Hizo falta una segunda visita al taller para hacer la revisión completa a la horquilla, ya que fallaban los retenes, que ya estaban en las últimas y eso provocaba esos extraños. Sin embargo, no pude probar la bici hasta llegar a Ibiza y...todo perfecto!!! Un 10 para Alberto, el mecánico de Cross Chicken, y un viejo conocido de cuando empecé en el MTB y él regentaba una tienda de bicis "Duna bikes" en las Rozas, junto con su hermano. La bici empaquetada la semana previa no sin ciertos problemas de malosentendidos con Seur (desde luego que el envío de la bici por paquetería no lo recomiendo), pero finalmente llegó. Tengo que agradecer tanto a +Javier López Lozano y su tienda Cross Chicken por facilitarme la caja para el envío, y encargarse de esperar al repartidor y gestionar todo. Y por la otra parte, la tienda +Ibizasport que se encargó de la recepción y gestión de las cajas con las bicis.

El primer día, fue un no parar. Salida del vuelo de Madrid a las 7h30 con el consecuente madrugón. Esa iba a ser la tónica de todo el finde: dormí poquísimo por distintas razones que ya os comentaré. Llegamos a Ibiza, fuimos a recoger el coche de alquiler previo pago de un depósito de 1200€ que me dejó tiritando la tarjeta y de camino a la tienda a montar la bici y traérnoslas a Ibiza para la salida de la primera etapa. Luego en Ibiza dimos un buen paseo para visitar el casco histórico, comimos, fuimos un rato a la casa en donde nos íbamos a alojar y luego de camino a San Antoni a recoger los dorsales. Después de la larga y larguísima espera para recoger los dorsales, nos fuimos a comprar el maillot oficial de la carrera y luego a cenar a un pueblecito llamado Santa Gertrudis, en el centro de la isla.

Y aquí llegaba la primera noche en la que iba a dormir poco. Al llegar a casa y preparar todo para el día siguiente, me dí cuenta que me había dejado olvidado el dorsal con todo el lio de la compra del dorsal. Tocaba llamar al móvil de la organización (disponible hasta altas horas de la noche, todo un detalle). El caso es que en vez de poder levantarme a las 9h como tenía pensado, tuve que pegarme un buen madrugón para estar el primero en la cola de los responsables de los chips de los dorsales. Se arregló todo por lo cual les estoy muy agradecido, y de vuelta a Ibiza a recoger la bici e irnos a la salida. Calentar un poco por el paseo marítimo, algunas fotillos. Y nos fuimos al primer cajón, junto con los élite y sub-23. Por edades de las parejas, la edad del más joven delimitaba el cajón del cual saldríamos en la primera etapa. Así que ahí estábamos con la gente que iba a salir a fuego durante toda la etapa. Bueno, me imagino que tanto nosotros como otros, porque en la salida adelantamos a algunos.



Dieron el pistoletazo de salida, y eso fue "último marica", salimos todos escopetados. Mi compi me decía que no me calentase, que cogiera mi ritmo, pero en ese momento era bastante complicado. A veces pillábamos algún grupo que nos adelantaba y nos permitía avanzar unos cuantos puestos, pero lo soltábamos enseguida porque sino no íbamos a llegar vivos. Con todo el follón, era complicado mantener un ritmo, mi ritmo. Me imagino que me falta entrenamiento para eso. La salida fue por la circunvalación de Ibiza y enseguida nos metimos en caminos de pista forestal, con curvas cerradas, resbaladizos, había que andarse con cuidado. Eramos muchos pasando por esas zonas. Y enseguida llegó el primer tapón.


Por desgracia, los tapones iban a ser una tónica a lo largo de todas las etapas. Al menos para mi nivel. Me imagino que aquellos que iban más fuertes que yo no tendrían ese problema ya que habrían pasado por ahí hacía bastante tiempo, pero para el groso del pelotón, tocaba desmontar y esperar. Esperar a que la gente fuese entrando en el sendero y subirse a la bici. Una cosa es cuando afrontas una subida/bajada técnica con dos o tres personas por delante tuyo que desmontan y les pides paso. En ese caso, no tuve ningún problema durante toda la carrera, la gente mi educada. Y yo hice lo mismo. Incluso en algunos puntos había un cierto camaderismo en el cual la persona a la que adelantabas te empujaba si veía que te ibas a quedar. A ver, no te llevaba empujando toda la subida, pero si al pasar por su lado veía que patinabas o te ibas, te daba una ligera ayuda. Lo agradecí en un par de veces. Pero en este caso, se trataba de un tapón en donde por lo menos había 100 o más bikers. Así que ahí no había otra que esperar a que te tocara tu turno y tirar. Más tarde nos enteraríamos de que la gente que llegó por detrás de nosotros, en ese primer tapón, fueron llevados por un atajo.



Obviamente los tapones no son los únicos culpables de que los tiempos de corte no pudieran superarse. Si estás fuerte, te ahorras los tapones y pasas el tiempo de corte. Pero creo que uno de los fallos que tuvo la organización con el trazado fue ese, tratar de meter mucho sendero para meter por ahí a 1200 participantes...ni con calzador hubíesemos podido hacer todo sobre la bici. Una lástima, porque hubo senderos por los cuales hubiese sido una delicia rodar rápido como lo hicieron los primeros, o bajadas técnicas por las que hubiese disfrutado bajando montado, incluso con una rígida.  Aunque he de confesar, que es una carrera perfecta para hacerla con una doble de rally, tipo Oiz (que no me oigan algunos), Spark o Epic o incluso las nuevas Procaliber o BMC TE01 con esa suspensión de elastómeros.


Esta etapa era la menos costera de las tres, iba desde Ibiza hasta Sant Antoni por la zona suroeste de la isla y las zonas desde las cuales se veía era el mar, eran los distintos puertos que afrontábamos. Y el primero fue un auténtico muro. Me rio yo de la subida a la Bola del Mundo. Una subida de hormigón por la que nos fuimos arrastrando serpeteando, tratando de ahorrar fuerzas. Pero llegó un momento en el que puse pie a tierra. Aún quedaba bastante ruta por delante, y otra de las subidas míticas de la vuelta a Ibiza, así que no estaba el horno para bollos. La subida del Puig d'en Serra fue la única en la que tuve que poner pie a tierra por falta de fuerza, o quizá por guardar las pocas fuerzas que me quedaban de cara al final de la etapa. En otras subidas claro que puse pie a tierra, pero porque eran técnicas de pelotas, muy muy técnicas, con unos escalones bestiales que me pregunto cómo hicieron los pros para pasar por ahí sin desmontar.


La etapa estaba salpicada de picos, parecía un serrucho, una paliza de las buenas y encima sin conocer el terreno. No digo que de haberme sabido de memoria el perfil podría haber ido mejor, pero es como que afrontas mejor las subidas. Y es otro de los fallitos que tuvo la organización al subir los tracks, que no tenían altimetría. Una pena. Pero no todo va a ser fallos. He de alabar los excelentes avituallamientos que tuvimos a lo largo de todas las estapas. Eran todos iguales. Nada de un avituallamiento bueno y dos malos. No, no, aquí todos iguales: coca-colas, aquarius de naranja/limón, plátanos y naranjas, bollitos y...golosinas!!! Ya sé que no tienen ningún aporte calórico de utilidad, pero no sabéis la ilusión que me hacía poder zamparme unas coca-colas, plátanos u ositos de chuches, jejeje. Como un niño pequeño!! Y las vistas, tremendas vistas. No me arrepiento en absoluto de habernos decidido por la Ibiza en vez de la Madrid Bike Challenge.



Tras la subida del Puig d'en Serra tuvimos un breve descanso hasta afrontar la subida de Sa Talaia. Pero se trataba de una subida tendida, de pista ancha, sin dificultad técnica. La afrontamos no sin cansancio, pero tras el puig d'en Serra, cualquier cosa nos parecía asequible. La dificultad técnica llegó tras coronar la cima. Una de las bajadas más técnicas y largas de la carrera...yo diría que la que más, si no me falla la memoria. Y aquí volvimos a tener tapón. Menos multitudinario que el primero, pero no eran solo dos o tres bikers, no, éramos fácil unos 50 tios bajando andando. Había algunos tramos ciclables, pero ¿para qué subirte a la bici y tener que bajarte a los 10 metros? Algunos se ponían nerviosos por no poder subirse a la bici, pero así estábamos todos. También el cansancio se notaba, uno no baja tan fresco cuando lleva unos cuantos kms en las piernas y brazos. Así que en cierto modo, agradecí tener que poner pie a tierra, jejeje. Pero sí, sin duda creo que habría sido capaz de bajar algunos tramos subido a la bici.
 

 


Y por fin, llegábamos a los últimos kms. Ahí nos veíamos fuertes, jejeje. Eran kms de bajada o llano, en donde nos exprimíamos a fondo. Nos íbamos dando relevos, adelantando a algunos incautos que iban de relax, pero no, nosotros con el cuchillo en los dientes, jeje. La verdad es que ese último tramo nos daba la vida, jajaja. Y por fin, cruzábamos la meta. Super contentos. Habíamos pasado el tiempo de corte, la bici no había dado problemas mecánicos y eso que vimos a bastante gente en la cuneta, con pinchazos, roturas de cadenas, etc. Pero nuestras monturas aguantaban perfectamente. Y el hecho de ser una carrera en pareja da muchísimo apoyo moral, que tu compañero te dé ánimos y no te deje tirar la toalla cuando vas reventado hace mucho y es de agradecer, porque seguramente que él tampoco vaya mucho más fresco que el otro.

Tras la meta, una buena comida con pasta, ternera y pollo a la parilla, ensalada, bebida isotónicas y se podía repetir sin problemas. Lavamos las bicis y las dejamos en el parking cerrado, de cara a la salida del día siguiente, en San Antoni. La faena es que la salida la día siguiente era a las 9h, no como a las 11h de la primera etapa. Así que esta noche también iba a dormir poco, jeje. Segundo día de poco sueño.



2 comentarios:

  1. Visto el error anterior, repito mi comentario. Me ha parecido un relato de calidad, con detalles tanto técnicos como personales acertados y con una cronografía adecuada. Además, puede servir para otras ocasiones. Felicitaciones.

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